Observa cómo te encuentras por dentro.
Dedica tiempo a detectar las emociones negativas y los pensamientos que las originan para transformarlas en positivas con técnicas de distracción, como practicar actividades de ocio que te gusten.
Maneja el consumo de información sobre la covid-19
Dedicar demasiado tiempo cada día a escuchar, ver o leer noticias sobre la evolución de la pandemia puede acentuar la sensación de desgaste y alimentar los sentimientos de agustia y ansiedad. Decide cuándo y cuánto tiempo vas a dedicar a informarte. Evita hacerlo antes de ir a dormir.
Actívate: disfruta de tu ocio.
Reservar ratos para el entretenimiento puede ser la mejor terapia en tiempo de pandemia. Dedica tiempo a descansar y estar con tu familia y también a practicar tus aficiones. Puedes aplicar estrategias de compensación: leer ese libro pendiente, organizar por fin las fotos o empezar con ese hobby para el que no disponías de tiempo.
Relájate: aprende técnicas autocontrol.
Practicar de manera regular actividades como relajación muscular, meditación, mindfuines o yoga, e incluso escuchar música en un entorno tranquilo, te ayudará a neutralizar la activación fisiológica del organismo que produce el estrés y te proporcionará un mayor control de los pensamientos y las emociones.
Fomenta las relaciones personales y apoya a los demás.
Cuando te sientas muy agustiado o triste, cuéntaselo a las personas en quienes confías. Y ofrécete para apoyarles tú a ellos también: ayudar a los demás mejora tu propio estado de ánimo y reduce el estrés.
Haz deporte de manera regular.
El ejercicio físico reduce la intensidad del estrés, fomenta una sensación de bienestar y conlleva beneficios para el organismo. Los expertos recomiendan practicar al día una media hora de deporte, adaptado a la edad y estado físico. Puedes optar por pasear, correr, montar en bici o realizar actividad física en casa. Procura hacerlo siempre a la misma hora y nunca en las dos o tres horas anteriores a ir a la cama.
No restes horas a tu sueño.
Descansado, afrontarás mejor cualquier conflicto o situación que consideres estresante. Por ello, trata de ir a dormir siempre a la misma hora y descansar al menos siete u ocho horas diarias. Evita las siestas largas durante el día y, por la noche, evita ver previamente dispositivos electrónicos e ir a la cama con ellos.
Cuida tu dieta.
Sigue una dieta saludable, variada y equilibrada que incluya una gran cantidad de frutas y verduras. Sus vitaminas y antioxidantes mantendrán elevadas tus defensas y también te ayudarán a estar de mejor ánimo.
Evita los hábitos tóxicos o poco saludables.
La alimentación equilibrada y el deporte deben acompañarse de otros hábitos como eliminar el consumo de tabaco y reducir o eliminar el de alcohol. Sobre todo en la última franja de la tarde, intenta reducir la toma de bebidas alcohólicas o sustancias estimulantes como el café o el chocolate.
Dale importancia a la respiración.
Respirar con el diafragma te ayudará a regular los picos de estrés o nervios. Coloca una mano sobre el pecho y otra sobre el diafragma y, a continuación, inspira durante tres segundos por la nariz intentando llevar el aire a la parte baja de tus pulmones, de manera que se mueva la mano sobre le diafragma y la otra permenezca lo más quieta posible. Haz una pausa de tres segundos y luego espira el aire por la nariz o la boca durante otros tres segundos.