Consejos para aliviar la rinitis
La rinitis no es dolorosa, pero sí molesta, pues nos obliga a tener siempre un pañuelo en la mano: la rinitis es un trastorno nasal originado por causas de diversa naturaleza que se caracteriza por la inflamación e hinchazón de la mucosa que recubre las fosas nasales.
Ello produce al menos dos o más de los siguientes síntomas: goteo nasal, que puede y/o picor nasal.
La rinitis es una enfermedad muy común y, a menudo, de carácter crónico. Puede aparecer simultáneamente (o complicarse) con otras dolencias como la sinusitis, la otitis, el asma y la apnea del sueño.
También la conjuntivitis alérgica suele estar presente cuando hay rinitis y, de hecho, los dos procesos están asociados en el 60%-80% de los casos, según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC).
Así mismo, la rinitis puede aparecer acompañada de cansancio, irritabilidad, depresión, problemas de concentración… Todo ello puede llegar a deteriorar mucho la calidad de vida de las personas que la sufren y ser un motivo de baja laboral o absentismo escolar.
Para aliviar la rinitis os dejamos algunos consejos:
– Si eres alérgico, intenta evitar las sustancias desencadenantes.
Por ejemplo, cuando los niveles de polen estén muy elevados, intenta salir lo menos posible y mantén las ventanas cerradas. Si, en cambio, eres alérgico al polvo, asegúrate de mantener bien ventilada la habitación y retirar el polvo de las superficies con un paño húmedo, pasar el aspirador a menudo, evitar tener alfombras, peluches, lavar la ropa de cama a alta temperatura de forma frecuente, etc.
– Realiza lavados de las fosas nasales diariamente.
Puede ayudarte a eliminar las sustancias que irritan tu nariz. Para ello, irrígala usando un envase como una pera de goma o un aerosol de agua salada. También puedes inhalar el vapor de una ducha caliente para ayudar a aflojar la mucosidad de la nariz y eliminar la congestión nasal.
– Suénate la nariz.
Hazlo con regularidad para expulsar la mucosidad o los posibles irritantes, pero siempre con cuidado, suavemente y de forma alternativa cada fosa nasal, para evitar que se dañen el oído medio o las cavidades sinusales.
– Bebe líquido en abundancia.
Ello te ayudará a diluir la mucosidad nasal. Además, de agua, puedes tomar zumos, caldos e infusiones, pero evita las bebidas con cafeína.
– Humidifica el ambiente.
Si en tu casa o en tu trabajo, el aire es demasiado seco, instala un humificador. Límpialo con regularidad, siguiendo las instrucciones del fabricante. También el vapor de agua inhalado de una ducha caliente puede contribuir a aflojar la mucosidad de la nariz.
– No te automediques.
Consulta con tu médico en caso de que los síntomas no desaparezcan y no uses por tu cuenta descongestionantes o aerosoles nasales, antihistamínicos u otros productos para aliviar los síntomas.