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Consejos de prevención que tenemos que tener en cuenta con virus y bacterias

Los Virus y las bacterias, son más diferentes de lo que pensamos, aunque no los veamos debido a su tamaño microscópico, vivimos rodeados de millones de gérmenes o microorganismo. Algunos de ellos son beneficiosos para nosotros, pero muchos otros pueden provocarnos serias enfermedades si invaden nuestro organismo.

Divididos en hongos, protozoos, virus y bacterias, estos dos últimos tipos de microorganismos son los que mayor número de dudas siembran cuando enfermamos: si estoy resfritado, ¿el culpable es un virus o una bacteria? ¿Cómo debo tratar el herpes que me ha salido en el labio? ¿Qué lo ha provocado?

Sin embargo, y pese a que ambos son capaces de provocar infecciones, los virus y bacterias tienen pocas características en común.

Por todo esto, debemos saber que seguir ciertas medidas de higiene puede ayudar a prevenir el contagio de enfermedades transmitidas por virus y bacterias:

Lavarnos las manos con frecuencia: con agua tibia y jabón durante al menos quince segundos, poniendo especial atención a la zona entre los dedos y debajo de las uñas.

Debemos hacerlo siempre que tosamos o estornudemos en la mano, antes de comer o preparar la comida, después de ir al baño, de cambiar pañales, de tocar animales y mascotas o de estar con personas enfermas.

Cubrirnos al estornudar y toser: debemos evitar estornudar o toser «al aire» o tapándonos la boca con las manos, una práctica muy extendida. Lo mejor es cubrirnos la nariz y la boca con un pañuelo de papel que deberemos tirar a la papelera inmediatamente después, o si no, con el brazo, que tiene menos contacto directo con otras personas y superficies.

Además, hay que procurar no tocarse demasiado ojos, nariz o boca, especialmente, si nuestras manos han estado en contacto con superficies contaminadas.

Limpiar con atención las superficies domésticas y objetos de uso habitual donde pueden acumularse gérmenes.

El punto más importante a tener en cuenta al hablar de virus, bacterias y las enfermedades que causan, es que no debemos automedicarnos con antibióticos. Además de que no son efectivos contra el catarro y la gripe, ya que están causados por virus y no por bacterias, utilizarlos de manera incorrecta o frecuente puede provocar un aumento de las resistencias bacterianas y comprometer la eficacia futura de los antibióticos.



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