La regla de oro para un cuidado óptimo de la piel del bebé es la higiene diaria, realizada siempre con productos de cuidado específicamente formulados para su piel, hipoalergénicos y probados bajo control dermatológico y pediátrico.
1. Preparación del baño.
Previamente el momento del baño es necesario calentar tanto el agua de la bañera, que debe estar a unos 37º, como el propio cuarto de baño, para que la temperatura ambiente esté entre los 20ºC y 22ºC. Además, ayuda preparar de antemano todo lo que se vaya a necesitar: productos, toallas, esponja, etc.
2. Siempre pendientes.
Una vez que tu bebé esté en la bañera, durante los primeros meses es fundamental que lo sujetes con firmeza. A partir de los 4 ó 5 meses ya puedes emplear una hamaquita de baño. Aunque parezca obvio, no debes dejar al niño sin vigilancia en ningún momento, ni dentro de la bañera ni en el cambiador.
3. Tratamientos específicos para bebés.
Deberás utilizar jabones líquidos infantiles, hipoalergénicos y con pH neutro, que respeten el manto ácido cutáneo. También es importante que utilices una esponja suave, preferiblemente natural.
4. Controla el tiempo.
No es conveniente que tu bebé permanezca en la bañera más de cinco minutos. Además, debes lavarle el pelo tan sólo instantes antes de sacarle del agua y arroparlo, ya que los bebés pierden mucha temperatura por la cabeza.
5. Sécale con delicadeza.
Al terminar de bañar al bebé, debes secarlo dándole ligeros toquecitos, sin frotar, para no irritar su piel. Hay que prestar especial atención para que no quede humedad en los distintos pliegues de la piel.
6. Hidrata.
Una vez que esté bien seco es importante que apliques a tu bebé una leche infantil hidratante, dándole un suave masaje por todo el cuerpo.
7. Limpieza en el cambio de pañal.
Para realizar el cambio, deberás colocar a tu bebé sobre una toalla limpia. Las zonas genital y del culito deberás limpiarlas con toallitas suaves específicas que no irriten la zona, un gel lavante o un jabón supergraso. La limpieza debes hacerla desde la zona más limpia a la más sucia para no arrastrar la suciedad, y desde adelante hacia atrás para evitar infecciones.
8. Previene irritaciones en zonas delicadas.
Antes de colocar el nuevo pañal, debes asegurarte de que tu bebé tiene totalmente secos los pliegues de las nalgas y las ingles. Así mismo, aplica una buena capa de crema protectora en el culito para crear una barrera que prevenga las posibles irritaciones en esta zona, debido al contacto directo con la orina y las heces.
9. Perfuma sin excesos.
Para perfumar delicadamente al bebé, puedes utilizar unas gotas de agua de colonia sin alcohol, para vaporizar sobre su cuero cabelludo o sobre su ropa. No debes utilizar colonias para adultos, ya que el alcohol y los perfumes que contienen pueden resultan muy fuertes para la piel infantil y provocarle irritaciones.
10. Cuidados también fuera de casa.
Al salir de paseo con el bebé, es importante que protejas su piel. En otoño e invierno, cubriendo sus zonas más delicadas para protegerle tanto de resfriados como de la acción resecante del frío. Y en verano, para protegerle del sol. La aplicación de una crema facial hidratante con protección solar es imprescindible siempre, aunque haya nubes y no salga el sol.