A pesar de la importancia para la calidad de vida del bienestar mental y social al que se refiere la OMS, según el barómetro de febrero de 2015 publicado por el CIS, uno de cada diez españoles se había sentido deprimido o desdichado muy a menudo o a menudo en las cuatro semanas anteriores.
Para evitar estos sentimientos y también la aparición el estrés, que según el Consejo General de la Psicología de España, puede acelerar la aparición de algunas patologías o el avance de una enfermedad crónica, los expertos recomiendan intentar:
Ser positivo. El optimismo es un gran aliado contra la depresión y la ansiedad. Ver el vaso medio lleno puede ser muy beneficioso, además, a la hora de enfrentarnos a circunstancias difíciles, causantes de estrés. Pero, aunque optimistas, también debemos ser realistas y no exigirnos a nosotros mismos ni a los demás la perfección, pues solo lograremos sentirnos frustrados.
Reforzar los círculos sociales. Estar con otras personas, familiares o amigos, ayuda a relajarse y a reducir el estrés.
Buscar apoyo en los demás. Pedir consejo a las personas en que se confía, así como expresar los sentimientos y emociones, tanto las positivas como las negativas, contribuye a sentirse mejor y con mayor confianza para afrontar los problemas.
Organizarse bien el tiempo. Se deben seleccionar las actividades más importantes y eliminar el resto, de manera que también quede tiempo para descansar y estar con la familia y amigos. Planear actividades divertidas para el tiempo de ocio y no llevarse trabajo a casa también es importante.
Relajarse. Debemos tomarnos nuestro tiempo para disfrutar de actividades que nos calmen y sean placenteras. Por ejemplo, realizar ejercicios de respiración, practicar yoga o meditación o, simplemente, sentarse a leer un buen libro, darse un baño relajante, practicar algún deporte, escuchar música…