Recupera en casa la dieta mediterránea.
Tómate tu tiempo y espacio para descansar, comer y dormir bien y también para distraerte o disfrutar de alguna afición que te guste. Para cuidar Incluye todos los nutrientes que el menor necesita para un correcto crecimiento y se compone de: aceite de oliva, pescado, legumbres y cereales, lácteos, huevos, frutas, verduras, yogur y frutos secos. El agua será siempre su mejor complemente.
Asegúrate de que tus hijos comen cinco veces al día.
Un desayuno completo, almuerzo de media mañana, comida, merienda y cena a una hora temprana.
Guíate por la pirámide alimentaria.
Resulta muy útil a la hora de conocer las raciones de los alimentos y la frecuencia con que nuestros hios han de tomarlos. Explícasela y diseñad juntos menús que cumplan los criterios que marca la pirámide. Evita los alimentos que engordan, pero no alimentan.
El consumo de fritos, bollería, dulces y snacks debe constituir una excepción, pues contiene excesivos azúcares, grasas saturadas, sal y energía, además de no aportar apenas micronutrientes. Y no coviertas la comida rápida en un rito semanal.
Comed en familia.
Organizad los horarios para poder comer juntos al menos una vez al día y aprovechad para charlar, bromear y hacer planes. Y acuérdate de predicar con el ejemplo.
En la mesa, aparcad el móvil y la televisión.
La atención de niños y progenitores debe centrarse en la comida y en quienes se sientan a la mesa, y los dispositivos tecnológicos interrumpen o anulan la conversación familiar.
Llévatelos a hacer la compra.
Pídeles ayuda para elaborara la lista y, una vez en el supermercado, que se hagan cargo de una parte. Enseña a los más mayores a interpretar las etiquetas y comenta con ellos los valores nutricionales de los productos.
Prepara los alimentos de maneras diversas y pídeles que cocinen contigo.
Alternar asados, hervidos, a la plancha, guisados o incluso crudos en gazpachos y ensaladas garantizará que la comida se convierta en un hábito variado y estimulante.
Enséñales algunas técnicas culinarias sencillas o divertidas y pídeles que te ayuden a decorar los platos de manera divertida.
Ponles en movimiento.
Anima a tus hijos a realizar ejercicio y a reducir el número de horas que pasan frente a la televisión y los videojuegos, llevando una vida activa, en la que camien, paseen o suban escaleras.
Asegúrate de que duermen más de diez horas.
Las sociedades científicas recomiendan que los escolares de entre 6 y 12 años duerman más de diez hora como una herramienta más de combate contra el sobrepeso.